13.12.07

Cueva del Melluque-Club Alpino

Jornada de Espeleología realizada el 27-28 Octubre 2007

Cueva del Melluque
Babia-Leon



Desde Ventana comenzamos la subida al Busbudin ya de noche, casi se agradecen los 4 grados de temperatura a la hora de transportar la pesada mochila. Apenas utilizamos las linternas, la luna, casi llena, ilumina perfectamente el camino que asciende lentamente entre Babia y Teverga. Aquí a cada paso un pie camina sobre León y el otro sobre Asturias.
En una hora de camino nos ponemos ya en la Collada de Socellares donde vamos a pernoctar. Bernar en cabeza, que como estuvo el fin de semana en Picos con el Club ahora va sobrado. Montamos rápido el campamento y tras una buena cena, caliente y apetitosa, entre las bromas y risas de la sobremesa nos vamos preparando para dormir.
Apenas ha helado durante la noche, pero al abrigo del sol la mañana esta muy fría y, la verdad, no apetece nada salir del saco. En tanto se calienta el desayuno y con los guantes puestos preparamos el equipo y las sacas. Las bocas de la cueva no están lejos, apenas diez minutos y unos cien metros mas abajo.




En tanto nos cambiamos para entrar nos alcanzan dos compañeros, Emilio y Larry, que han venido desde Gijón con intención de ver también la cueva. Para todos es la primera vez y la información que tenemos de la cavidad es prácticamente cero. Así que rápidamente nos ponemos de acuerdo para realizar juntos la exploración.


La cueva presenta dos bocas, la norte apenas ofrece un pequeño túnel que va encogiéndose y pronto se acaba. Cerca de la entrada y mientras Bernar maneja la cámara, Moncho y Yo nos introducimos en una gatera lateral que pronto se torna fastidiosamente estrecha y sinuosa. El tiempo se malgasta en arrastrarse penosamente centímetro a centímetro, así que con los arneses en la mano nos damos la vuelta y vamos a ver la boca sur.



Esta boca es amplia y "con las manos en los bolsillos" caminamos por un zigzagueante túnel que nos lleva a una gran sala interior. Aquí la luz de luz carbureros demuestra su potencia y se nos ofrece una estampa de indescriptible belleza. A partir de aquí el trazado de la cueva se vuelve laberíntico. En un único grupo, o bien en dos, vamos recorriendo las galerías principales. Trepando, caminando o arrastrándonos pasamos por una sucesión de formaciones diversas que nos van conduciendo cada vez mas adentro en el corazón de la montaña. Allí, al final de los estrechos y retorcidos pasajes, se nos presentan pequeñas maravillas que nos dejan sin palabras mientras las contemplamos sentados, encorvados o como buenamente podemos.



Los que llevamos equipo de vertical examinamos unos pequeños pozos que nos encontramos. Uno de ellos nos conduce de vuelta a la sala inicial. El otro, aparentemente mas profundo, no sabemos a donde llega.
Montamos una instalación en condiciones y para abajo nos vamos. Entre algunos cascotes de derrumbes mas o menos recientes y enlanzado dos pozos que no resultaron tan profundos como aparentaban llegamos al fondo con la cuerda justa. Desde allí y con cuidado de no pisar en los depósitos de fango bajamos un poco mas hasta lo que parece la sala final. Moncho que va unos metros por delante de mi echa una rápida visual y no aprecia continuación. Aquí las formaciones son particularmente hermosas, lástima de cámara que se quedó arriba.



Dentro de la cueva el tiempo transcurre de forma diferente. Es tarde, debemos regresar ya. Cubiertos de barro desmontamos rápido la instalación y un poco antes de las seis de la tarde, aun no hemos atrasado el reloj a pesar de que toca cambio de hora, ya estamos fuera. Pienso que entramos mas o menos sobre las 11 de la mañana, o sea que casi llevamos siete horas de actividad. El regreso al campamento se nos antoja particularmente penoso. Ni siquiera son cien metros de ascenso, pero a estas alturas cunden bastante. Bernar, que baja vestido ya de paisano, nos tira unas fotos y nos ayuda a subir el material. El salió un poco antes que nosotros para despedir a los de Gijón y regresaba ahora a esperarnos.




A la caída de la tarde tomamos una merienda caliente y sin mayor demora recogemos el campamento y componemos las mochilas. La temperatura esta bajando rápidamente. Justo cuando comienza a soplar el viento del atardecer nos ponemos en marcha. Bajar es mas agradecido que subir y en poco mas de media hora llegamos donde dejamos el coche.
La verdad es que ha resultado un día extraordinario. La cueva nos ha sorprendido gratamente. No necesitamos recurrir al "Plan B". De hecho habrá que regresar en otra ocasión, por que nos ha quedado alguna que otra galería sin recorrer.


Participantes: Bernar, Javier y Moncho
Fotografías: Bernar y Moncho

Coordenadas campamento:
N 43 4' 3,3'' W 5° 59' 2,3'' altura: 1.860 mts.
Coordenadas cueva:
N 43° 3' 53,3'' W 5° 59' 0,3'' altura: 1.785 mts.

Equipo desplazado aproximado:

Común:
Tienda, hornillo, combustible, cacerolas, comida (cena, desayuno y merienda), mapas, brújula, receptor GPS, transmisores PMR, agua y botellas, botiquín, 3 cuerdas, 3 sacas espéleo, bidón estanco, cámara fotográfica, 15 mosquetones con chapa y spit.

Personal:
Mochila, saco de dormir, estera, gorro, buff, guantes, bastones, botas de marcha, gafas de sol, casco, linterna, ropa interior térmica, guantes espéleo, botas espéleo, funda espéleo, equipo de progresión vertical completo, equipo de instalación.

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